Como ya es tradición cada dos años, en esta ocasión, del 19 al 25 de mayo, la sagrada imagen de la Virgen de El Cisne se encuentra en peregrinación, o de visita a la ciudad de Cuenca. Su presencia en medio de nosotros tiene una connotación especial, pues numerosos devotos de la “Churonita” se han dado cita cada día para rendirle culto de veneración en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción, que se ha visto copada en cada una de las siete eucaristías diarias que se han celebrado durante esta semana.
Unos se han acercado para darle gracias a Dios, a través de la Madre del Cielo, por las gracias y bendiciones recibidas. Otros elevan una plegaria al Creador, a través de María, para pedirle por la salud, el trabajo, la paz y el bienestar de los hogares.
En este contexto, hoy sábado 24 de mayo, tiene un significado especial, pues todos estamos invitados a participar en la gran Misa Campal, que se celebrará en el templete de Miraflores, a las 10:00. En el marco del Año Jubilar de la redención que iniciamos el mes de diciembre de 2024, y que fuera convocado por el extinto Papa Francisco, hoy celebramos el Jubileo de las Familias y la Fiesta de la Iglesia de Cuenca. Al mismo tiempo también conmemoramos los 40 años de la visita del Papa San Juan Pablo II a Cuenca y el Ecuador, que tuvo lugar en enero de 1985 y que celebró la Eucaristía precisamente en el templete de Miraflores.
También esta será una gran oportunidad para dar gracias a Dios por la elección del nuevo Papa: León XIV, que el pasado 8 de mayo recibió la responsabilidad de ser el Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, el Padre Pastor y Maestro de la Iglesia Universal. El Cardenal Robert Prevost, hoy Papa León XIV, es muy cercano a nuestro pueblo, pues trabajó más de dos décadas en el vecino país de Perú.
Acojamos con gratitud esta invitación y acudamos al parque de Miraflores para celebrar todos estos acontecimientos eclesiales. Además, en esta celebración, donde se contará con la presencia de numerosas delegaciones de las 87 parroquias de la arquidiócesis, los esposos presentes podrán renovar sus promesas matrimoniales, por lo tanto, deben llevar sus anillos del matrimonio.


































































