Ni la distancia ni los años han podido romper la cercanía de los ecuatorianos con sus devociones y tradiciones. Ha pasado mucho tiempo, pero ellos siguen con la fe intacta hacia el Niño Jesús Viajero.
El 25 de diciembre del año 2000 se realizó por primera vez una pasada en honor al Niño Jesús, en Peekskill. Cada año se ha ido incrementando la participación de fieles revestidos con trajes alusivos a los personajes bíblicos.
El diácono Carlos Campoverde, quien colabora en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción en Peekskill, comentó que en el año 2008 en un viaje que hizo a Cuenca con el padre John J. Higgins, luego de recorrer varias localidades de San Fernando, Santa Isabel y Girón, visitaron a Monseñor Vicente Cisneros, en aquel entonces Arzobispo de Cuenca. Según comenta Carlos, en agradecimiento por el trabajo que realiza el padre John con los migrantes en EE. UU., Mons. Cisneros le nombró párroco honorario en esa jurisdicción, de acuerdo con los cánones 529 y 530.
Para continuar con la devoción al Niño Jesús, el padre Higgins solicitó a Mons. Cisneros que le envíe una imagen del Niño Viajero, pedido que se hizo realidad el 15 de octubre de 2008. Para garantizar el éxito de la celebración, los compatriotas se organizaron en un comité que cada mes ofrece una Eucaristía en honor al Niño Jesús Viajero. Cada semana la imagen es velada en diferentes hogares. El padre Esteban Sánchez y el Diácono Carlos, realizan el pastoreo de las diferentes devociones que existen en la parroquia.


































































