Miles de devotos veneraron a la Virgen del Carmen durante la primera quincena de julio. Un buen número de ellos se concentraron en el santuario mariano del Carmen de la Asunción de Cuenca, donde hubo 13 misas diarias.
El 16 de julio de cada año, en todo el mundo católico se celebra la memoria de la Virgen del Carmen, conocida también como Nuestra Señora del Carmen o Santa María del Monte Carmelo. Esta es una de las advocaciones marianas más antiguas y universales de la Iglesia Católica.
En la Arquidiócesis de Cuenca, esta celebración tiene una connotación muy especial desde hace mucho tiempo atrás. Por poner un ejemplo, en el monasterio del Carmen de la Asunción, ubicado en el corazón de Cuenca, a pocos pasos de la Catedral de la Inmaculada Concepción, esta devoción tiene más de tres siglos, y tal es así, que el Papa Juan Pablo II -hoy en la gloria de los altares- delegó a Monseñor Vicente Cisneros Durán, entonces IV Arzobispo de Cuenca, para que efectuara la coronación pontificia, acto que lo cumplió en medio de la multitudinaria presencia de devotos, el 16 de julio del año 2003. Luego declaró al templo de este monasterio, como Santuario Mariano Diocesano. Hoy es Santuario Nacional, pues todo el año, numerosos fieles visitan la imagen de esta advocación singular de la Madre del Cielo: la Virgen del Carmen.
Al iniciar el mes de julio, en este monasterio, las religiosas Carmelitas organizan con todo esmero el famoso quincenario, donde cada día se celebran 13 eucaristías, totalizando 190, contando con la presencia de delegaciones de numerosas parroquias de la Arquidiócesis de Cuenca y de diócesis vecinas, encabezadas por sus párrocos. Lo que quiere decir que durante todo el día y parte de la noche se cuenta con una importante presencia de fieles que visitan a la Reina del Monte Carmelo, para darle gracias por los favores recibidos y encomendarle bendiciones especiales para cada caso particular.
Por otro lado, varias parroquias veneran a la Virgen del Carmen como su patrona, a saber: Nuestra Señora del Carmen, Virgen de Bronce, Miraflores y El Carmen de Sidcay en la ciudad de Cuenca; Nuestra Señora del Carmen de Tarqui, El Carmen de Pijilí y El Carmen de la Unión en la parte rural. Pero también existen numerosas comunidades que veneran a la Virgen del Carmen con especial devoción, como el Carmen de Guzho, el Carmen de Challuabamba y varias comunidades de diferentes parroquias de la provincia.


































































