El martes 16 de septiembre, en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción se celebró la Eucaristía por La Paz y Unidad del pueblo. Monseñor Luis Cabrera, Cardenal del Ecuador y Presidente de la CEE, presidió la celebración, la misma que fue concelebrada por Monseñor Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca, y varios sacerdotes.
Compartimos parte de la homilía Monseñor Luis Cabrera, donde destacó que “los bienes naturales están al servicio de todos los seres humanos. La tierra, el agua, el aire, los frutos del campo… son dones de Dios para toda la familia humana. El salmo 24 nos lo dice con claridad: “Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes”.
El agua que baja de los páramos, los ríos que recorren los valles, las lluvias que fecundan los campos, todo ha sido dado por Dios, para que todos vivamos con dignidad. Cuando unos pocos se adueñan de estos recursos, convierten el agua en mercancía o contaminan los ríos para obtener oro y otros minerales, se rompe la justicia de Dios. La Doctrina Social de la Iglesia habla del “destino universal de los bienes”: los bienes deben llegar a todos para que cada persona viva dignamente.
La marcha en favor de las fuentes hídricas, en este sentido, no ha sido solo un acto de reivindicación social, sino también un acto de fe. Marchamos porque creemos que la vida vale más que cualquier riqueza, que el agua vale más que el oro y todos los minerales y que un futuro justo solo será posible si respetamos a las personas y a la creación”.


































































