Del 29 de septiembre al 3 de octubre, se reunieron en la Diócesis de Azogues los Obispos del Ecuador, para tratar diversos temas. Ante la difícil situación que atraviesa el país, emitieron un mensaje al pueblo ecuatoriano.
Los Obispos del Ecuador, reunidos en Azogues en el marco de la 158 Asamblea Plenaria, publicaron un comunicado con fecha 1 de octubre de 2025. En él se dirigieron “a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de nuestro querido Ecuador, para alentarlos a caminar por la senda de la paz y del respeto a los derechos de todos los ciudadanos”.
En su comunicado perciben que “nuestro país atraviesa un momento delicado de tensión social y política”. Expresan que “solo un diálogo franco y permanente será siempre la vía más fecunda para encontrar soluciones a los problemas de todos”, y agregan que “hoy más que nunca necesitamos que el diálogo, el encuentro, la escucha, sea una verdadera política de estado. Esta es, en democracia, la mejor manera de cuidar el tejido social, la inclusión de todos, la legitimidad y las instituciones que garantizan la vida democrática”.
Reconocen también “el derecho a la protesta pacífica de quienes sienten que su voz no ha sido escuchada y sus derechos conculcados. Una protesta siempre abierta y respetuosa del otro, que abra el futuro en lugar de cerrarlo”. Agregan que “la violencia nunca será el camino para construir un mejor Ecuador, ésta termina siempre atentando contra la vida, lesiona a inocentes y afecta el bien común, debilitando el estado de derecho y sus instituciones, garantía para una sana convivencia”.
Los prelados de nuestro país hacen un llamado a la paz: “La paz no se construye con la fuerza ni con la imposición, sino con justicia, verdad y solidaridad”. Citan al Papa León XIII, quien dijo: “No puede haber verdadera paz donde no se respeta la justicia y no hay justicia sin verdad ni caridad” (Rerum novarum, n. 37).
Invitan a: “autoridades públicas, movimientos y organizaciones sociales, actores económicos y ciudadanía en general, a escucharse, dialogar y cooperar con grandeza de espíritu. Nunca vernos como enemigos, sino como hermanos. Solo así construiremos un Ecuador reconciliado, donde se respete la vida, la libertad y los derechos de todos”.
En la parte final de su comunicado, manifiestan: “seguiremos contribuyendo con nuestra palabra y con nuestra acción en trazar caminos de diálogo y reconciliación, asegurándole así al Ecuador un futuro en el que todos encuentren oportunidades de desarrollo y progreso”.


































































